Según el periódico barcelonés
La Vanguardia, una televisora de los Estados Unidos debió advertirle a sus televidentes
que las sirenas no existen más en la fantasía. Resulta que más de uno quedó confundido
con un programa de ficción. En pleno siglo XXI hay
personas tan ignorantes como en el medioevo. Es célebre la anécdota donde Orson
Welles timó a muchos oyentes luego de una trasmisión que versionaba la novela La guerra de los mundos de H. G. Wells. Pero
eso sucedió hace mucho. Sin embargo, se mantienen los ignorantes. Y no
sucede solo en los Estados Unidos, donde han llegado a pedirle al gobierno que
confirme la existencia de vida extraterrestre después de una serie de tv. También
pasa entre nosotros. Los artistas hacen el cuento. Más de uno fue
agredido porque el televidente vio en él al villano que interpretaba en la
telenovela. Y habría sido capaz de golpearlo con el bolso del pan si no lo
sujetan a tiempo. Sé de adolescentes que confunden la vida de los Héroes, que
no saben dónde queda Australia y que truecan una batalla en Angola con otra en Camagüey.
He visto a profesores de la enseñanza superior ejemplificar con anécdotas
inferiores al intelecto de estudiantes de la Primaria. El asunto de la incultura
y el oscurantismo florece como la yerba después del aguacero. Si usted es de
pequeña estatura, tenga cuidado. Por estos días está lloviendo bastante. Y no solo en la tv.
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