Tampoco es tiempo de trovadores. Ni Silvio ni Pablo provocan el mismo
estremecimiento. Ni Serrat ni Mercedes Sosa, ni Aute ni Charly García. La máquina de escribir, la
eléctrica, que era el grito de la moda -y había quien criticaba a
García Márquez porque decían con esas cualquiera concertarba el mágico
realismo-, se ha perdido hasta de los museos. Cada día quedan menos, y el
escritor, ya que hablaba de ellos, terminó por acostumbrarse al “deshacer”
y “rehacer” que permite el Windows. ¿Cómo quedan los versos? Mejores. Peores. El hecho es que también se ha ido la máquina de
escribir y los escritores que le pegaban duro, y los poetas se entretienen ideando versos para Facebook.
Sabina ha estado en su mejor momento después de imponerse el personaje; con él parecía llegarle el tiempo a
los cantantes con voz rajada, más de estilo que de timbre, de buenas letras,
inteligentes e intertextuales; pero surgió el reguetón, y se mantene el pop, y todos esos muchachitos que han hecho de su vida privada un espectaculo y del escenario un teatro inacabado, finito. El planeta es una pelota de futbol que Messi patea
cuando se encuentra alegre. Un adolescente cuelga la noticia en su muro de
Facebook, le aprieta el me gusta el poeta que lo sigue, y después, cansado de que lo acosen, de que lo critiquen y humillen amigos que deconoce, se suicida.
Le sucedió a uno holandés hace unos años ya que pensaba eran meses, días, horas. Antes, a una chica canadiense. Y
puede que le ocurra a muchos más y nunca llegue a oídos nuestros. Porque solo
se sabe lo que aparece en los medios. Pero, ¿qué le interesa a los periódicos y
a la televisión? Marx, Engels y Lenin tocan guaguancó. He visto la postal en
algún lado, pero no recuerdo a qué autor pertenece. Brigitte Bardot terminó
siendo dulce viejecita que dice no haber considerado nunca toda su sensualidad.
El rey de España tropieza frente a las tropas, Alicia Alonso quiere seguir bailando y el público aplaude. ¿Qué aplaude?
Cuando esto escribí moría Leonardo Fabio. ¿Se acuerda usted de su
famosa canción: Ella, ella ya me olvidó.
Yo, yo no puedo olvidarla….? Un chico con 19 años escribe
sobre la vida de los adolescentes y sus libros se agotan como salchichas. ¿Se agotan las salchichas?
Tampoco es tiempo de Harry Potter. Se ha puesto viejo James Bond. Fidel Castro a veces se
inclina por la agricultura o el fin del mundo. Raúl y Obama se dan la mano. Escupe insultos Donald Trump. Canta Bob Dylan, pero lo silencia Michel Teló. El papa Francisco recuerda que el infierno es una metáfora. En
la televisión una imitadora de Shakira aspira a un premio importante. Suena
el claxon, amigo; pero duro, que este carrito puede haberse dislocado.
ilustración: http://4.bp.blogspot.com
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