de Vampiros en La Habana |
No entendía de niño situaciones que a la mayoría de los adultos les resultaban normal. Una de ellas me parecía como una conspiración. De repente, los adultos se iban para una esquina de la casa y allí se ponían a repasar números y mencionar determinadas sumas de dinero, que pocas veces sobrepasaba los cinco o diez pesos. Más bien se hablaba de números y centavos. Fue una de mis grandes...
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muy bueno leo, un abrazo
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