Los últimos meses fueron para Faustino Oramas – El guayabero – una especie de jungla tupida, de pantano arrollador por el que avanza el bardo a paso lento. El primer indicio de que andaba por una estepa de desanimo lo dio a su asistente y amigo Cecilio Peña, al decirle: “No quiero cantar”, Y Cecilio repitió: “No quiere cantar más”. Y agregó: “Está un poco vago”. Lo dijo más en tono de broma, como para jaranear con el viejo jaranero. Pero, Faustino apenas pudo escucharlo, siguió inmutable en su balance, en la sala de su casa, mirando al suelo.
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martes, marzo 27, 2007
Faustino Oramas (El guayabero): La jungla del tiempo
Los últimos meses fueron para Faustino Oramas – El guayabero – una especie de jungla tupida, de pantano arrollador por el que avanza el bardo a paso lento. El primer indicio de que andaba por una estepa de desanimo lo dio a su asistente y amigo Cecilio Peña, al decirle: “No quiero cantar”, Y Cecilio repitió: “No quiere cantar más”. Y agregó: “Está un poco vago”. Lo dijo más en tono de broma, como para jaranear con el viejo jaranero. Pero, Faustino apenas pudo escucharlo, siguió inmutable en su balance, en la sala de su casa, mirando al suelo.
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hola hermano... porque aquí se acaba lo protocolar... y me pregunto ¿Por qué no entre antes? muy bueno y más en su especialidadde escribano, mejor de escritor...poruqe se puede ser universal incluso desde una ciudad con unos cuantos parques... un abrazo kalo
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