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jueves, septiembre 08, 2011

Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, al fin juntos… pero revueltos

La que se ha armado después de la presentación de Pablo Milanés (fundamentalmente en Miami) en los Estados Unidos ha sido grande. Cables van y vienen con los criterios. Ahora se suma Silvio Rodríguez, desde su blog, y desde los sitios que reproducen sus palabras, ya respondidas por Pablo. Me hubiera gustado que ambos se reconciliaran, pero por lo que he leído hoy, el hecho nunca sucederá. ¡Será más fácil que aparezcan de una vez los dichosos extraterrestres!

Y creo que la polémica se consume en sí misma, pues en ella no participa (como de costumbre, lamentablemente) la población cubana. Solo sucede en esto que ya he llamado alcantarilla (en el mejor sentido de la expresión). Lástima que así sea, pues de estar al alcance de todos, movería muchas neuronas sobre nuestro proyecto social, incitaría al debate. Además, creo que es más beneficioso que alguien polemice sobre este tema y no que se pase el día viendo “El Show de Cristina” o el detestable “Caso cerrado”, que no hacen más que embotarle el cerebro a cualquiera. 

Resulta que Pablo ha sido otra vez crítico, ha criticado lo que cree criticable de Cuba y la Revolución. Pero, lo ha hecho en Miami, algo que para algunos es inexplicable e inaudito. Al menos, así lo pensó Edmundo García (¿recuerdan a - ujum- “sus presentadores amigos Viky y Edmundo”, en de La Gran Escena?) García escribió un texto duro contra Pablo en el periódico español “El Mundo” y, después, Pablo le respondió (evidentemente molesto) mediante una Carta abierta, sincera y de tonos elevados, donde decía lo que cree sean algunas verdades suyas (sobre Edmundo).

Creo que todo se complicó con el texto de García y esa carta, pues hasta entonces las palabras de Pablo eran (a la manera de Marta Valdés) solo palabras. Es decir: en una entrevista, lo sabemos los periodistas, se habla según el ánimo, la hora y el día, incluso, según el carácter del periodista. Se conversa, y en una conversación se sueltan frases que sacadas de contexto suenan duras, feas o tristes, pero que tienen sentido, y, sobre todo, tienen sentimiento.

Las palabras de Pablo Milanés han sido citadas con pinza, a conveniencia, con una mala fe de fondo que es fácil de oler, de ver y de percibir. Me ha molestado sí, su ataque a los periodistas cubanos. Me molestó tanto que se refiriera a nosotros con cierta arrogancia (la misma de Amaury Pérez recientemente), que escribí un texto y espero pronto puedan leerlo. Se titula: “Si tuviera manubrios mi abuela”. Reflexiono sobre la prensa cubana, sobre los periodistas, sobre la política informativa, y sobre este suceso que sirve de detonante.

Milanés viene reflexionando sobre lo mismo desde hace mucho tiempo, y lo ha hecho en sus canciones también, con sus palabras, con las mismas que una vez le soltó a Paquita Armas Fonseca que admiraba a Fidel Castro por "sus cojones". La frase, entonces, también escandalizó, tanto como el "hijo de puta" con el cual se ha referido a Edmundo en estos días. Siempre habrá gente que le tema a las palabras. ¿Que su discurso en los ochenta era otro...? ¿Quién en esta isla era el mismo hace veinte años atrás? Por esto, por Heráclito de Efeso, creo extemporánea la comparación, incluso el ejemplo que he puesto, incluso la carta que ha publicado Silvio en su blog firmada por ambos trovadores y dirigida a Carlos Alberto Monatener. ¿Qué pretende con ello? No aporta mucho, sinceramente, a este tirijala que se ha armado .

Alguien le reprochaba a Pablo no haber dicho en Cuba lo que en las entrevistas para Miami. Y me pregunto: ¿Algún colega le preguntó?, ¿alguno lo publicó? En Holguín lo hicimos (el periodista Daniel Alejandro Benítez y yo), le preguntamos de Cuba, de sus relaciones con el Poder, y dijo lo que viene diciendo, dijo que a Cuba la veía mal, y dijo que se sentía orgulloso de las autoridades porque nunca le habían reprochado sus críticas. Más o menos eso dijo, y puedo transcribir luego la conversación.

Si las autoridades no le reprochan sus críticas (hasta hoy), que son la visión de un hombre, ¿por qué habría de hacerlo alguno con pretensiones oficiales? ¿Por qué tanto aspaviento por hablar en Miami donde hay gente detestable y gente buena, como las hay en todos lados, como las hay aquí?

He sido, y lo soy, Pablista y Silvista, porque crecí con la música de ambos, y porque he aprendido de los dos. Es por ello que en una polémica así no me puedo quedar en silencio. Hay demasiadas ideas, demasiadas canciones, demasiados días por venir que podrán ser mejores con la participación, con la multiplicidad, y con la tolerancia. Es lo que pienso del asunto. 


9 comentarios:

  1. Excelente artículo, Leo. Digno de tu pluma, de tu talento, de tu compromiso con la objetividad, la verdad, el periodismo, la Isla, la Revolución. Te felicito.

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  2. Aymé Díaz Gámez2:24 p. m.

    Felicitaciones Leandro, me gustó mucho tu comentario y estoy contigo, tambienme alegra mucho saber de este bloc porque así estoy mas cerca de mi ciudad y de su gente.

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  3. Anónimo1:00 p. m.

    Leandro:

    He leido tu articulo, deja sin sabores, no por lo que dices, sino por esta tremenda estupidez que tienen estos dos, si, es verdad, su musica cautivó e inspiró a nuestras generaciones, pero sabes cual es la verdadera verdad? ESTÁN LOS DOS MÁS LEJOS QUE NUNCA DE SU PUEBLO.

    Un abrazo a ti.

    Dixan

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  4. Anónimo3:21 p. m.

    Sensato y atinado!!!!

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  5. Estoy de acuerdo Leandro, pero lo que no entendí fue la respuesta de Pablo a Silvio...
    En Matanzas (en su gira nacional) también le preguntaron sobre Cuba, y la evolución de su pensamiento y no dijo nada. ¿Porqué hacerlo tan lejos? Si está tan agradecido de que el gobierno no arremete contra sus críticas, entonces que las haga aquí, yo las escucho, algunas las comparto, otras me parecen extremistas o desatinadas en los tiempos.
    En Cuba todos critican desmedidamente, y no pasa nada.
    Saludos.
    cubalaopinion.blogspot.com

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  6. Me gusta lo que dices, en parte... sin embargo, si creo que Pablo es irresponsable y duro en su forma de decir. Algo tiene de bueno, es sincero (si es que lo es). Coincido contigo en que le manipularon y sacaron de contexto sus declaraciones, pero él no es tan ingenuo. Pablo tiene 68 años, no 20, y aunque tiene todo el derecho del mundo a expresarse, también debe saber la responsabilidad que asume cada vez que hace una declaración. Pablo sabe que él es Pablo. Dice muchas cosas ciertas... pero tengamos en cuenta que Pablo no vive en Cuba, aunque diga que sí. El viene a Cuba y vive en España. A muchos cubanos les molesta que alguien desde afuera, y con un buen bulto de pesos en el bolsillo venga a hablar de lo que se vive adentro. Incluso aunque sea tan cubano como nosotros (porque yo estoy clara que todos los que nacimos aquí lo somos). A pesar de todo, yo, como tú, sigo siendo Pablista y Silvista. Y sí creo que Pablo sigue siendo un revolucionario, lo que bocón y mal hablao. Ah, e inoportuno y atravesao. Pero eso no siempre es malo... Sí me parece triste la manera en que se trataron Silvio y Pablo, pero pienso que Silvio jamás debió destapar la caja de pándora de sus conflictos. Tampoco le niego su derecho, pero cuando uno es seguido por millones de personas tiene que pensar mejor en lo que escribe o dice. No por censura, sino por la gente. A todo el mundo no le gusta la idea de ver a sus artistas en paños menores... Y Pablo, Pablo fue grosero. Tal Pablo no haya entendido que en el mundo de Internet la información es como la pólvora. Ah... y sobre las críticas al periodismo, vale decirle a Pablo que nosotros podemos hacer tanto por Cuba como él y todos los trovadores cubanos. Ambas profesiones funcionan en la misma cuerda, como una manera de expresión que puede reflejar y denunciar. Eso si viniera a fajarse todos los días aquí como nosotros con las carencias materiales, eso si viniera a escribir canciones para expresarse a través de ellas (que es lo que mejor sabe hacer). Si no lo hace que no se llene más la boca para decir que no tenemos lo que hay que tener. Y aún así... yo me quedo con todas esas cosas y sigo cantando eternamente Yolanda.

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Esta genial su articulo Leandro; me resulta dificil encontrar una opinion “neutral” (politicamente hablando) cuando se habla del tema “Cuba”.. Me encanto su articulo. Creo que lo que es digno de una fuerte critica es la groceria de Pablo. Una personalidad como lo es él no debe usar ese tipo de lenguaje, es totalmente asimetrico a su obra.
    El compromiso de un artista, cualquiera sea, es con su publico no con el gobierno; eso es algo que deberian entender aquellos que quieren convertir en villano a Pablo. En el proximo parrafo les digo uno de los motivos por los cuales soy Pablista pero no Silvista.
    Soy un gran admirador de Pablo Milanes no solo por el talento sino por su modestia. En una ocasion que coincidi con el en un restaurante en Varadero, despues de darle las gracias por darme esa satisfaccion (una foto con el) recibi como respuesta “Gracias a ustedes por seguirme.. ustedes me han hecho llegar a donde estoy..” Interreumpio su tiempo libre y le dedico al grupo nuestro alrededor de 15 minutos…todo lo contrario a un Silvio Rodriguez que mando a callar al auditorium del Carlos Marx nada mas y nada menos que por corear sus canciones y entre las atrocidades que dijo estuvo esta “y si quieren no vengan mas a mis conciertos.. A MI MAMEY!!!” ese discurso grotezco (cuya grabacion esta en youtube y en algunas computadoras en cuba) es el motivo por el cual, Silvio Rodriguez me resulta (como persona) despreciable.
    Espero que aquellos que atacan tanto a pablo por haber sido vulgar con Edmundo y Silvio le exijan a Silvio una disculpa con su publico por lo que hizo; de no hacerlo tienen todas las calificaciones para graduarse de inmorales!! De lo que dijo Pablo con respecto a sus ideales politicos no opino porque considero ingenuo vincular politica con arte; pues la ultima resulta mas fuerte que cualquier ideologia. Por eso critico lo “criticable”
    Saludos a todos y felicidades por esa maravilla de articulo Leandro..

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